He leído en las últimas semanas una gran cantidad de artículos que hablan de cómo serán los eventos una vez que la restricción se libere. Veo como abundan cual orquídeas en boda en Vizcaínas los cursos de bio seguridad: Nuestra industria se ha obsesionado en retomar los eventos a como dé lugar. Pero ¿y los novios? ¿Alguien se ha sentado con ellos a platicar? ¿ Alguien les ha dado un bálsamo para esos sentimientos e ilusiones que por ahora se les han frustrado? Porque para ellos la incertidumbre es mucha, no saben aún cuando podrán llevar a cabo esos planes que habían trazado por meses con tanto amor, y en muchos casos la frustración aumenta ante todos los esfuerzos económicos que hicieron para lograr tener esa boda que soñaron. En verdad que toda esta situación les ha causado una verdadera pesadilla.
Como Wedding Planner ¿Alguna vez te has puesto en los zapatos de esos clientes que tienen pospuestos de forma indefinida sus eventos?
Hoy más que nunca es necesario mantener un contacto muy cercano, y siempre mostrar una posición flexible. Se que no será fácil poder adaptar todo lo ya planeado a esta “nueva normalidad”, sin embargo algo que caracteriza a nuestra industria es que somos sumamente creativos para mantener la esencia de las ideas proyectadas: hacer que se pueda con todo y los cambios.
El llamado es a seguir con la empatía y la solidaridad con nuestros clientes, más que una opción es una obligación para podernos consolidar como una industria que vela por los sueños. Sé que resulta un desafío mantenerse positivo y realista todo el tiempo, encontremos ese equilibrio que permita dar a los clientes un poco de certidumbre.
Mostrar que tenemos una extraordinaria capacidad de gestión es imperante, que, de facto, los wedding planners seremos los puentes que unan los intereses de los clientes con los requerimientos impuestos a los proveedores por parte de las autoridades sanitarias: No será sencillo, pero debemos de mantener nuestra promesa de valor de ofrecer una experiencia única, una experiencia basada en el amor. La postura de la marca deberá de convertirse en el acompañante incondicional de los novios en su proceso de boda.
Nosotros decidimos como marca ejecutar un plan para poder apoyar a nuestras parejas en este momento tan crucial, seguramente puedes tomarlo de inspiración:
- Decidimos hacer llamadas personalizadas a cada uno de nuestros clientes, preguntamos por la salud de su familia; después les explicamos claramente las opciones que podemos ofrecerles para extender su contrato con facilidades de pago y por último, preguntamos si podemos hacer algo más para ayudarlos.
- A las parejas les llamamos días antes de la fecha original programada para su evento que se tuvo que posponer, les invitamos a nuestra Suite a recoger un hermoso detalle ese día con la idea de no dejar pasar desapercibido el día programado.
- Creamos un pastel con una receta original, y en el colocamos una tarjeta que dice “Nos encantaría haber celebrado hoy TU Boda, por ahora esa gran celebración tiene que esperar, es por eso que te invitamos a celebrar con tu familia y seres amados el placer de seguir unidos”.
Sobra decir que los mensajes de agradecimiento nos han estremecido el corazón. Así es como el pequeño detalle será un hermoso recuerdo que se queda en los corazones.
Si tanto se ha pregonado que pronto estaremos de vuelta, ¿Por qué nuestras marcas en redes sociales demuestran otra cosa?
Mantengamos nuestras comunicación en redes en un ambiente como si fuera hace un año sin pandemia, que en ellas los novios encuentren una bocanada de aire fresco a sus preocupaciones, hagámosles sentir tranquilos, seguros, protegidos.
Busquemos oportunidades, sin ser oportunistas.
Los siguientes meses que están por venir serán un gran reto para la industria, no solo para poder adaptar los eventos según los nuevos lineamientos, sino para adaptar nuestros negocios a esta nueva realidad, sobre todo, enfocarnos en que somos una industria que es movida por sueños e ilusiones, y que antes de urgir el ingreso económico o elevarnos el ego, debemos de ser, esa salvaguarda de la fantasía que nuestros clientes nos confiaron.
Se me viene a la mente el emoticón que Facebook lanzó de me importa. Es momento que ese corazón que abraza el emoji, sea reemplazado por la foto de nuestros clientes. Darles ese abrazo tan íntimo que los haga sentir, que aún en los momentos más complejos, todo estará bien.
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